lunes, 29 de febrero de 2016

Caperucita nunca será devorada (XXXVIII)

  Shi comunicó a todas lo que estaba pasando, todas se mostraron exultantes, de momento sus planes funcionaban a la perfección, quizá demasiado bien.  Ellos se empezaba a poner nerviosos y quizá tanta tensión en los hombres ahora no les convenía  mucho, no fuera que se desbordaran los acontecimientos y empezara a haber graves altercados, cosa que de momento no querían.

  Le dijeron a Opera que a ver si podía ponerles un gran partido de fútbol, o algo similar, el próximo domingo por la tarde, para calmar un poco los ánimos. Opera lo preparó todo para que así fuera, además, los días previos al gran partido lo anunciaría a bombo y platillo, dando gran publicidad al evento y vendiéndolo como el partido del siglo, así estarían un buen rato tranquilos.

  Tistine preguntó si querían que abriera un poco su caja, para que tal acontecimiento estuviera completo, a lo que todas respondieron que no, que ellas ya les ponían el partido y que las bebidas las pusieran ellos.

  Solucionado este punto, se apresuraron a acometer el siguiente y también importante tema. Encontrar un sitio donde meter a todos ellos, después ya se encargarían de ver cómo hacerlo, sin utilizar la violencia si fuera posible.

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