Por favor, no me mires con esa cara, sé que sabes que vas
a ser comida, pero piensa que por lo menos una vez muerta servirás para dar
alegría y satisfacción, seguramente tú también lo habrás sentido comiéndote algún congénere, acuérdate de la película “El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante”, al menos, una vez que desaparecemos podemos ser útiles y servir de homenaje, aunque tal homenaje sea un tanto dudoso.
Pero no es tu caso, contigo no hay ninguna duda, tu caparazón abierto en el centro del plato, patas y cuerpo a ambos lados, carne blanca y jugosa, que será comida con mimo y aprecio, una rodaja de limón, para dar color y frescor. Un plato perfecto para descorchar nuestro mejor cava y disfrutar en la mejor compañía, después alabaremos tu gran sabor afrodisíaco y terminaremos con una maravillosa siesta llena de amor y pasión, y todo, en parte, gracias a ti.
Pero no es tu caso, contigo no hay ninguna duda, tu caparazón abierto en el centro del plato, patas y cuerpo a ambos lados, carne blanca y jugosa, que será comida con mimo y aprecio, una rodaja de limón, para dar color y frescor. Un plato perfecto para descorchar nuestro mejor cava y disfrutar en la mejor compañía, después alabaremos tu gran sabor afrodisíaco y terminaremos con una maravillosa siesta llena de amor y pasión, y todo, en parte, gracias a ti.
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